Washington.- El Telescopio Espacial James Webb (JWST), proyecto conjunto de la Nasa, la ESA y la Agencia Espacial Canadiense, con una potencia 100 veces superior al Hubble y que será lanzado en octubre de 2018 desde Kourou en la Guayana Francesa, permitirá obtener imágenes sin precedentes de las primeras galaxias que se formaron en los inicios del universo.
Bautizado James Webb en honor al hombre que dirigió el destino de la agencia espacial estadounidense entre 1961 y 1968, su espejo principal tiene un diámetro de 6,5 metros (en comparación con los 2,4 del Hubble) y está formado por 18 espejos hexagonales que juntos forman uno.
Sus instrumentos están optimizados para trabajar en infrarrojo, esto significa que se puede observar una luz de una longitud de onda diferente a la que observamos con nuestros ojos. Esto le permitirá mirar aún más hacia el pasado que el Hubble.
Así, esperan que las imágenes les permitan dilucidar cómo a partir de los elementos iniciales básicos -gas y polvo- que había en el Universo inmediatamente después del Big Bang "se formaron a lo largo del tiempo estructuras tan gigantescas y estables como son las galaxias", afirma el astrofísico madrileño de la ESA Pedro García Lario.
Los investigadores también esperan obtener imágenes de los planetas que orbitan alrededor de otras estrellas distintas del Sol para analizar la composición química y física de su atmósfera a partir de la luz que viene específicamente de ellos (algo que no es posible con el Hubble).
Por otra parte, en vez de orbitar alrededor de la Tierra como su antecesor (una vez cada aproximadamente 97 minutos a una altura de entre 550 Km y 600 Km) el James Webb se situará en un punto conocido como Lagrange 2, a 1,5 millones de kilómetros de nuestro planeta.
Orbitará alrededor del Sol, conservando esa distancia con la Tierra.