Montreal.- Bombardier estudia la venta de la totalidad o parte de su división ferroviaria, cuyo valor estiman las entidades financieras en hasta 5.000 millones de dólares, como opción para enjugar los enormes sobrecostes de su división aeronáutica, según ha sabido Reuters de fuentes familiarizadas con el caso.
La empresa canadiense está trabajando con los bancos sobre las opciones estratégicas para su división de transporte, incluyendo una posible oferta pública inicial, ya sea en Alemania -donde tiene su sede, bajo la presidencia de Lutz Bertling, antiguo CEO de Eurocopter, ahora Airbus Helicopters- o en Gran Bretaña. Una fusión con la alemana Siemens o la francesa Alstom también podría considerarse e incluso una alianza con fabricantes de trenes de China CNR y CSR Corp.
El ministro de Economía de Quebec, Jacques Daoust, dijo a Reuters que la familia que controla Bombardier en llamada telefónica le confió el pasado viernes que la compañía con sede en Montreal no vendería la división de transporte totalmente y que otras opciones estaban sobre la mesa.
En un año, las acciones de la compañía cayeron un 40%. Las demoras y sobrecostes del nuevo avión de pasajeros CSeries llevaron a Bombardier a sufrir sus primeras pérdidas anuales en casi una década el año pasado. La deuda de la compañía es de más del doble de su valor de mercado. En el pasado mes de febrero, la empresa suspendió los dividendos, sustituyó a su presidente ejecutivo y anunció la emisión de nuevas acciones para apuntalar sus finanzas. Bombardier tiene más de 9,000 millones de dólares de deuda a largo plazo, de acuerdo con documentos de su más reciente emisión de bonos.
Isabelle Rondeau, portavoz de Bombardier señaló que la compañía ya ha dicho que está interesado en "participar en la consolidación" y que muchas opciones están sobre la mesa, pero que no tienen prisa. "Vamos a actuar de forma diligente e inteligente para asegurar que todo lo que hagamos cree valor para nuestros accionistas”, añadió.
Algunos analistas e inversores estiman que el nuevo máximo responsable ejecutivo, Alain Bellemare, tendrá que vender y deshacerse de activos importantes para que la compañía pueda recuperar la inversión.