Madrid.- Tras su éxito en Bolsa, con una recapitalización que ayer superó los 14.000 millones de euros, Aena pretende ahora reforzar su internacionalización comprando aeropuertos en Europa y Latinoamérica, según anunció ayer su presidente en un encuentro de la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) con la ministra y altos cargos de Fomento.
Ana Pastor señaló que en la operación de venta del 49% de Aena el Gobierno no intentó “hacer caja”, sino mantener conectada una red de aeropuertos, como se está intentando hacer con el resto de transportes.
Por su parte, José Manuel Vargas mostró su satisfacción por “la salida a Bolsa de Aena, que ha sido muy exitosa y se ha retroalimentado de la mejora de las perspectivas macroeconómicas españolas”. Se ha realizado un giro radical, que ha permitido a la gestora aeroportuaria pasar de tener unas pérdidas de 215 millones en 2011 a lograr unos beneficios de 479 millones de euros tres años después, dijo.
Para Vargas, la compra del aeropuerto británico de Luton por Aena ha sido un primer paso de la expansión internacional de la empresa, que tiene interés en expandirse internacionalmente, aunque no hay operación alguna a la vista. Pero apuntó a aeropuertos de entre 5 y 10 millones de pasajeros anuales.
El encuentro con los periodistas de la APIE se celebró quince días después de que se presentara a la misma asociación un informe de FEDEA sobre la privatización de Aena por el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Ginés de Rus, quien defendió un modelo de la gestora aeroportuaria “cien por cien privado o cien por cien público, en vez del mixto elegido por el Gobierno”.
El profesor De Rus, aunque apuntó que, “en conjunto, los resultados del modelo son positivos”, enumeró “los puntos aún pendientes de resolución, como son las superficies destinadas a usos comerciales, cuyos ingresos son muy inferiores a los conseguidos por los países de nuestro entorno, y el sistema de financiación cruzada, por el cual “los aeropuertos que obtienen beneficios están subvencionando a los que tienen pérdidas”.
Este modelo de explotación en red, añadió De Rus, es lo que ha favorecido la creación de aeropuertos vacíos o poco justificados, al tiempo que quita cintura a la gestión individual, por lo cual “un aeropuerto que tenga dificultades económicas no puede cambiar de modelo de gestión”.