Washington.- MAVEN, la sonda espacial lanzada por la Nasa en noviembre de 2013 para examinar la atmósfera superior de Marte, completó el pasado lunes 1.000 órbitas alrededor del planeta rojo, según ha anunciado la agencia espacial norteamericana.
Durante su misión, en los últimos cuatro meses y medio, MAVEN ha estado captando datos de Marte. El punto más lejano en su órbita elíptica fue de 6.500 kilómetros y el más cercano, 130 kilómetros de la superficie marciana.
"La nave y los instrumentos siguen trabajando bien y estamos construyendo una imagen de la estructura y composición de la atmósfera superior, de los procesos que controlan su comportamiento y de cómo se produce la pérdida de gas al espacio", dijo Bruce Jakosky , investigador principal de MAVEN, miembros del Laboratorio de Física Atmosférica y Espacial de la Universidad de Colorado.
Recientemente, MAVEN observó dos fenómenos sorprendentes en la atmósfera de Marte: una nube de polvo inexplicable a gran altitud y la aurora que llega profundamente en la atmósfera marciana.
"MAVEN ya está produciendo resultados científicos maravillosos", dijo Rich Burns, director del proyecto MAVEN del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland. "Todos estamos ansiosos por ver lo que esta misión tiene que mostrarnos sobre la atmósfera marciana".
"La misión MAVEN es un paso significativo para desentrañar el rompecabezas sobre el ambiente del pasado y el presente de Marte", dijo John Grunsfeld, administrador asociado del Directorio de Misiones Científicas de la Nasa en Washington, quien añadió que el conocimiento que se obtenga de esta misión más los datos de otras misiones ayudarán a preparar los futuros viajes tripulados a Marte.
Los científicos están convencidos de que, de una forma u otra, Marte puede haber perdido su recurso más preciado: su gruesa atmósfera de dióxido de carbono, el CO2, el cual en la atmósfera de Marte actúa como un gas de efecto invernadero, igual que en nuestra propia atmósfera. La gruesa manta de CO2 y de otros gases de efecto invernadero podría haber proporcionado temperaturas más cálidas y una mayor presión atmosférica, condiciones que son necesarias para que el agua líquida no se congele o se evapore.