Berlín.- La compañía aérea alemana Lufthansa, matriz de la low cost Germanwings, se defendió ayer de las acusaciones de la Oficina Federal de Aeronáutica asegurando que no tenía obligación de informar sobre la depresión que había sufrido el copiloto del A320 siniestrado, Andreas Lubitz.
Según la aerolínea, Lubitz fue calificado como piloto antes de que en 2013 se estableciera la obligación de informar. Durante 2009, Lubitz interrumpió su entrenamiento como piloto por varios meses. Cuando lo retomó, informó a los instructores de Lufthansa que había superado un período de depresión grave.
Lubitz fue acreditado para volar aviones comerciales por primera vez en 2012.
La Oficina Federal de Aeronáutica de Alemania acusó a Lufthansa hace dos días de no ocultado que Lubitz estuvo afectado por la depresión con anterioridad al siniestro del vuelo C49525 ocurrido el 24 de marzo que causó la muerte de 150 personas..
Según la Oficina Federal de Aeronáutica, un centro médico de Lufthansa emitió en 2009 un certificado de aptitud para el vuelo y lo envió a dicha Oficina, procedimiento "conforme a los requisitos legales". Pero el centro no informó sobre el periodo previo de depresión de Lubitz.