Moscú.- “Los aviones que aterrizan tienen prioridad. En ese momento en la pista no debe haber ningún vehículo u obstáculo", aseguraron a la agencia RIA Novosti expertos aeronáuticos rusos que señalan como responsable a un controlador aéreo o al piloto de Aerolíneas del incidente ocurrido el pasado sábado en el aeropuerto barcelonés de El Prat.
Según declaró el piloto principal del Boeing 767-300 de la aerolínea rusa UTair, Nikolái Limarev, a LifeNews tras el incidente ocurrido con el Airbus A340-300 de Aerolíneas Argentinas en el aeropuerto de Barcelona el pasado sábado, "estábamos aterrizando a una velocidad de 280 kilómetros por hora y a unos 100 metros de altura vimos un avión A-340 a la izquierda”.
“Nos habían permitido aterrizar, todo iba bien. Cuando vimos que el otro avión no se iba a detener e iba a seguir moviéndose, decidimos volver a esperar turno de aterrizaje sin esperar instrucciones del controlador aéreo, que permanecía en silencio. Tras realizar ciertos procedimientos necesarios, nos volvimos a poner en contacto con el controlador", añadió.
Esta versión contradice la inicial posición de Aena que el día de incidente declaró a la agencia Efe que "no hubo riesgo alguno, ya que ambos aviones estaban donde tenían que estar con distancia suficiente entre ellos. Estaban actuando de acuerdo a su procedimiento, si bien el piloto del avión ruso optó a última hora por volver a coger altura. Ninguna de las dos compañías presentó denuncia".
Tras el aterrizaje, según el piloto ruso, el controlador aéreo español se puso en contacto con la tripulación del avión y les presentó sus disculpas. Explicó que los pilotos argentinos tenían instrucciones de despegar tras el aterrizaje del Boeing ruso, pero no las siguieron.
Llos medios rusos aseguran que fueron los pilotos del avión de UTair los que observaron que en la pista había otro avión y tomaron la decisión de volver a elevarse y esperar de nuevo permiso para tomar tierra.
Finalmente, el Boeing 767-300, que mayoritariamente transportaba turistas rusos a España, aterrizó con éxito en El Prat.