Washington.- La Nasa realizó ayer la prueba más compleja del sistema de paracaídas de la nave espacial Orion, diseñada para llevar a los astronautas más allá de la órbita de la Tierra, eventualmente a un asteroide y Marte.
La prueba de la cápsula Orion aterrizó sin problemas en el desierto de Arizona, después de haber sido lanzado desde un avión C-17, a unos 10.000 metros.
Durante el ejercicio se pusieron a prueba los paracaídas, algunos de los cuales no habían sido probados a esa altura. El ejercicio también incluyó una caída libre de 10 segundos, algo que aumentó la velocidad y presión aerodinámica de la nave.
En la "serie de pruebas se ha ensayado todo el sistema, algo que ayudará a dar seguridad a nuestros astronautas en el futuro", señaló Mark Geyer, del Programa Orion.
Esta será una de los últimos ejercicios antes de que la nave Orion realice su primer vuelo espacial el próximo mes de diciembre, cuando se comprobará que la nave está en condiciones de resistir las altas temperaturas, cercanas a los 4.000 grados Fahrenheit, y que su sistema de paracaídas logre frenarla, antes de su amerizaje en el océano Pacífico.