Washington.- Investigadores norteamericanos creen que Boeing debería considerar la modificación de los controles de vuelo en su modelo B 777 tras el accidente del avión de la compañía surcoreana Asiana Airlines en San Francisco el pasado 6 de julio en el que murieron tres personas y 187 resultaron heridas.
La Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB) norteamericana aceptó 30 conclusiones tras una investigación de 11 meses e hizo más de dos docenas de recomendaciones a la Administración Federal de Aviación (FAA).
“Los pilotos del avión siniestrado dependían demasiado de sistemas automáticos que no conocían. En consecuencia, el avión voló demasiado lento y chocó con el rompeolas en el extremo de la pista”, indicó el presidente de la NTSB, Christopher Hart, al comienzo de la auditoría que establecerá las causas del accidente.
"El Boeing 777 es uno de los más sofisticados y automatizados aviones en servicio", dijo Hart en sus observaciones iniciales; pero cuando "llega una automatización más compleja, lo más desafiante es asegurarse de que los pilotos la comprenden adecuadamente. No fue un problema de diseño en sí mismo, sino la conjunción de la complejidad del diseño, por una parte y la falta de comprensión de los pilotos de cómo funcionaba el diseño", añadió.
Según la NTSB, la investigación no encontró fallos en el sistema de mando automático de gases o cualquier otro sistema de control de vuelo o de advertencia. Los pilotos cometieron 20 ó 30 errores en los últimos 14 kilómetros y citó "la mala gestión" por los pilotos como la causa probable del accidente. éstos, aunque experimentados, no conocían exactamente cómo funcionaba el acelerador automático y que no iba a mantener la velocidad mínima del aire en todas las circunstancias.
El B 777 de la aerolínea surcoreana Asiana estaba terminando una ruta de diez horas y media que comenzó en Seúl, cuando el tren de aterrizaje chocó contra el rompeolas del aeropuerto internacional de San Francisco. El avión salió de la pista y se incendió.
El responsable de la investigación, Bill English, indicó que Asiana insistió para que la "automatización fuera utilizada al máximo" por sus pilotos, como los pilotos automáticos cuando el aparato está, sin embargo, a una baja altitud (330 m). Entonces, "las competencias de un piloto se degradan cuando no se ponen en práctica", afirmó English.
El piloto del Boeing siniestrado, Lee Kang-Kuk, realizaba su primer vuelo operacional a bordo de un B 777 y volaba como copiloto un instructor, que cumplía esa función también por primera vez.