Moscú.- A pesar de la tensión surgida por la crisis de Ucrania, Rusia y EEUU podrían anunciar en breve nuevos proyectos conjuntos en la Estación Espacial Internacional (ISS), según informa el diario ruso ‘Izvestia’ recogido por la agencia RIA Novosti.
Conforme a dichos medios informativos, ambos países comenzaron a negociar la puesta en marcha de varios estudios científicos y la utilización conjunta de sistemas instalados en los módulos ruso y estadounidense.
Según el subdirector del Instituto de Problemas Médico-Biológicos de la Academia de Ciencias de Rusia, Oleg Orlov, la agencia espacial Roscosmos apuesta por intensificar el programa científico realizado a bordo del complejo orbital.
“Estamos preparados para ello y en particular discutimos con los socios norteamericanos la posible consolidación de los recursos disponibles en los segmentos ruso y estadounidense de la ISS para realizar parte de los estudios de forma conjunta”, indicó Orlov.
Aclaró que el objetivo es que los investigadores puedan aprovechar las capacidades técnicas de ambos módulos. “También se podría plantear una mayor implicación de los tripulantes en el programa científico”, agregó.
El Grupo Conjunto ruso-estadounidense de Biología y Medicina Espacial creado hace más de 40 años mantuvo sus actividades incluso en los momentos más tensos de la Guerra Fría.
“En el pasado mes de abril, después de que la Nasa anunciara sus sanciones a Rusia, el grupo discutió la organización conjunta de experimentos. Quienes se dedican a la biología y el equipo encargado de estudios médicos y fisiológicos también siguen trabajando y analizan la posible colaboración durante la futura misión de un año a bordo de la ISS”, destacó Orlov.
Entre los proyectos que discuten en estos momentos los científicos de Rusia y EEUU figuran experimentos con animales en el nuevo módulo estadounidense. Los proyectos supranacionales son el futuro de las misiones espaciales tripuladas y por tanto la cooperación es algo “necesario y útil”, comenta Andréi Ionin, miembro correspondiente de la Academia de Cosmonáutica de Rusia.
“La cooperación de este tipo siempre ha tenido sentido, puesto que la estación es compartida y muchas de sus instalaciones son utilizadas conjuntamente. Esta experiencia se podrá aprovechar incluso si después de 2020 los países participantes en el proyecto de la ISS ponen fin a su colaboración espacial”, aseguró.