Moscú.- Rusia reorientará a partir de 2020 los fondos que invierte en la Estación Espacial Internacional (ISS) a otros proyectos espaciales “más prometedores”, declaró el viceprimer ministro ruso Dmitri Rogozin.
Rogozin precisó que aunque el acuerdo de cooperación en la ISS entre Rusia y EEUU expira en 2024, Moscú no ve necesario participar en el proyecto durante tan largo tiempo. Atribuyó la decisión a los recientes acontecimientos en torno a Ucrania y las sanciones estadounidenses contra Rusia que, según Rogozin, muestran que Washington es un socio poco fiable.
La ISS, sucesora de la estación orbital soviética y rusa Mir, es un proyecto de envergadura sin precedentes realizado conjuntamente por la agencia espacial rusa Roscosmos, la estadounidense Nasa, la Agencia Espacial Europea (ESA), la Agencia Espacial Canadiense y la japonesa JAXA y en el que participan hasta 16 países.
La Nasa decidió suspender la colaboración con Rusia por la crisis de Ucrania, exceptuando los proyectos importantes para Washington, incluida la ISS. "El segmento ruso de la ISS puede existir de manera independiente del estadounidense, pero el norteamericano no puede funcionar independientemente del ruso", precisó el viceministro.
Rogozin, quie destacó que Roscomos quiere concentrarse en los viajes tripulados, recordó que EE UU carece de medios para enviar a sus astronautas a la plataforma orbital. Al mismo tiempo matizó que Rusia se comportará de "manera pragmática" y no pondrá trabas al trabajo de los cosmonautas norteamericanos en el laboratorio espacial.
Además, adelantó que Rusia suspenderá a partir del próximo 1 de junio el funcionamiento en su territorio de las 11 estaciones norteamericanas del sistema de navegación GPS. Precisó que Moscú sólo modificará esta decisión si EEUU acepta desplegar en su propio territorio la infraestructura del sistema de navegación por satélite ruso GLONASS, o de lo contrario la suspensión será definitiva a partir del próximo 1 de septiembre. Y anunció que Rusia prohibirá también el uso de sus motores para cohetes en los lanzamientos de satélites militares por parte de EE UU. Esos motores, RD-180 y NK-33, serán suministrados a la parte norteamericana si ésta garantiza que sólo serán utilizados con fines civiles.
"Nos preocupa continuar desarrollando importantes proyectos de alta tecnología con un socio tan poco fiable como EE UU, que politiza todo y a todos", agregó Rogozin, quien negó que estas medidas puedan ser interpretadas como sanciones o medidas de represalia, sino como "un bumerán" que se vuelve en contra de los aquellos que impusieron sanciones contra Rusia por su papel en la crisis ucraniana. Y explicó que el Gobierno ha encomendado impulsar la cooperación con los países de la cuenca de Asia y el Pacífico en busca de proyectos conjuntos para la conquista del espacio.