Washington.- El rover marciano Curiosity de la Nasa ha enviado a la Tierra por vez primera la imagen de dos asteroides: Ceres y Vesta. Ambos, primer y tercer objetos mayores del cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter, son los destinos de la misión Dawn de la agencia espacial norteamericana. Esta nave orbitó Vesta en 2011 y 2012 y comenzará a orbitar Ceres el próximo año.
Ceres y Vesta aparecen como tenues rayas en una exposición de 12 segundos tomada por la cámara del mástil del Curiosity (Mastcam) el pasado día 20. "Esta imagen forma parte de un experimento de control de la opacidad de la atmósfera nocturna en la localización de Curiosity en Marte, donde nubes de hielo de agua y brumas se desarrollan durante esta época del año marciano", dijo Mark Lemmon, miembro del equipo de la cámara de la Texas A & M University, College Station. "Las dos lunas de Marte fueron los principales objetivos de esa noche, pero nosotros elegimos un momento en que una de las lunas estaba cerca de Ceres y Vesta en el cielo", añadió.
Ceres y Vesta son mucho más grandes y más lejanos de la órbita de la Tierra que los tipos de asteroides cercanos que la Nasa estudia detenidamente en la actualidad para prevenir posibles amenazas. Esa iniciativa incluye dos actividades distintas, pero relacionadas entre sí: la misión de redirección de asteroides y el gran desafío.
La Nasa está desarrollando conceptos para una misión de redirección que empleará a una nave espacial robótica, impulsada por un sistema de propulsión eléctrico solar avanzado, para capturar un pequeño asteroide cercano a la Tierra o una roca desde la superficie de un asteroide más grande. La nave espacial entonces intentará redirigir el objeto a una órbita estable alrededor de la luna.
Los astronautas viajarán a bordo de la nave espacial Orion de la Nasa para encontrarse en órbita lunar con el asteroide capturado . Una vez allí, recogerán muestras para traerlas a la Tierra para su estudio.
El gran desafío es la búsqueda de las mejores ideas para encontrar asteroides que representen una amenaza potencial para las población humana, y para acelerar el trabajo que la NASA ya está haciendo para la defensa planetaria.