Canberra.- La búsqueda de los restos del B777-200 de Malaysia Airlines, suspendidas ayer por el mal tiempo al sur del Océano índico frente a la costa australiana, han sido reanudadas este miércoles gracias a una mejora de las condiciones meteorológicas.
Esta vasta zona del índico fue barrida ayer por fuertes vientos de hasta 80 km/hora, acompañados de intensas lluvias y oleaje, por lo que la Autoridad Australiana de Seguridad Marítima (AMSA) consideró que las condiciones eran muy peligrosas para los equipos de búsqueda por mar y aire, por lo que decidió suspender las operaciones durante al menos 24 horas.
Además de varios barcos chinos, no menos de una docena de aviones, siete de ellos militares, establecerán una especie de cuadrícula en la zona para intentar recuperar los objetos que fueron detectados por satélites, que podrían ser los restos del Boeing malasio desaparecido el pasado día 8 cuando volaba desde Kuaka Lumpur-Pekín con 239 personas a.
Es necesario recuperar estos objetos para identificarlos. La víspera, un buque australiano, el "HMAS Success", que se encontraba en las proximidades del lugar detectado por las señales de satélite, tuvo que interrumpir su singladura hacia el mismo a causa del temporal con olas de hasta cuatro metros de altura.
Esta zona, alejada de tierra firme, es muy poco frecuentada por barcos, por lo que eventuales restos provenientes de éstos, como contenedores caídos al agua, son muy poco comunes según los expertos.
"Hoy la búsqueda se desarrollará en tres zonas que cubren una superficie unos 80.000 kilómetros cuadrados", señaló la AMSA, encargada de coordinar el operativo internacional.
Por su parte, el primer ministro australiano Tony Abbott, afirmó que la búsqueda continuará hasta que, eventualmente, ya no quede la menor esperanza de encontrar alguna cosa concreta. "Simplemente vamos a continuar buscando porque debemos hacer por los parientes (de las víctimas) todo lo humanamente posible para resolver este enigma", dijo Abbott.
Un alto responsable de las fuerzas australianas, Mark Binskin, declaró que en el estadio actual las operaciones que se realizan no tienen por objetivo "encontrar una aguja en un pajar". "Siempre intentamos antes localizar el pajar", declaró ante la prensa.
Actualmente son seis los países que participan en las tareas de búsqueda: Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos, Japón, China y Corea del Sur.
Ahora, no sólo se trata de encontrar restos en un primer paso; el verdadero desafío es hallar las "cajas negras" del B 777. Se trata de un operativo con un desenlace incierto, a pesar de que los investigadores disponen de una amplia gama de material sofisticado para escrutar el océano.
Así, una carrera contrarreloj se ha desatado para intentar captar las señales emitidas por las "cajas negras", que teóricamente son capaces de seguir enviando señales durante unos diez días más.