Bruselas.- Europa corre el riesgo de saturación total de su espacio aéreo, si no pone en marcha un sistema integrado y eficaz para gestionarlo, según concluyó ayer el Parlamento Europeo coincidiendo con las movilizaciones de los controladores aéreos de doce países.
Un total de 27.000 vuelos cruzan cada día los cielos de Europa. La Comisión Europea puso en marcha el proyecto del cielo único europeo para, al suprimir las fronteras nacionales en el aire, mejorar la eficacia al organizar el tráfico aéreo, aumentar la seguridad, impulsar su competitividad y reducir su impacto en el medio ambiente. Pero los avances son lentos.
El espacio aéreo europeo se organiza en función de las fronteras nacionales, lo que supone 28 sistemas nacionales de gestión del tráfico, alrededor de 60 centros de control y más de 650 sectores. Tamaña fragmentación genera una ineficacia que, con frecuencia, se traduce en que los aviones no pueden volar por rutas directas. Resultado: los vuelos tardan más de lo necesario, y su consumo de combustible y sus emisiones de CO2 superan lo que deberían. Esta situación pasa una factura de alrededor de 5.000 millones de euros al año, que termina por repercutir en el bolsillo de los pasajeros.
El proyecto del cielo único europeo se puso en marcha a finales de los años 90 para eliminar las fronteras nacionales. En 2004 se adoptó una primera batería de medidas que, al no arrojar los resultados esperados, fueron actualizadas en 2009. Las propuestas negociadas en la actualidad pretenden acelerar la reforma de los servicios de navegación aérea dados los retrasos en la aplicación.
Las propuestas actualmente sobre la mesa se centran en dos cuestiones. La primera es la eficacia insuficiente de la navegación aérea: suprimir las fronteras nacionales permitiría crear rutas más cortas y reducir el consumo de combustible; mientras que la separación organizativa y presupuestaria de las autoridades nacionales de supervisión, por una parte, de las organizaciones de control del tráfico aéreo, por otra parte, mejoraría tanto la seguridad como el control.
La segunda gran cuestión planteada por las nuevas propuestas es la fragmentación de la gestión del tráfico aéreo: los 28 bloques nacionales de tráfico aéreo existentes serían sustituidos por 9 bloques regionales que ya han sido creados pero que aún no son operativos por completo. Los objetivos, siempre según estas últimas propuestas, se establecerían de manera más independiente, transparente y aplicable para mejorar el rendimiento del sistema.
La comisión de Transportes y Turismo de la Eurocámara aprobó el informe sobre el cielo único europeo este jueves 30 de enero de 2014. Aún tendrá que ser aprobado por los Estados de la Unión Europea y por el pleno del Parlamento Europeo antes de entrar en vigor. Se prevé que la votación de la Eurocámara se celebre en el pleno de marzo.