Jeddah.- Al menos 29 personas resultaron heridas el pasado domingo durante el aterrizaje de emergencia de un Boeing 767-300ER de la compañía Saudi Arabian Airline con 315 personas a bordo en el aeropuerto internacional Príncipe Mohammed bin Abdulaziz de Medina, en Arabia Saudí.
El avión que había despegado de Mashhad, Irán, intentaba aterrizar en el aeropuerto saudí y no pudo abrir las ruedas derechas de su tren trasero, explicó Khalid bin Abdullah Al Khibiri, portavoz de Aviación Civil saudí, quien atribuyó los daños personales de los viajeros a su precipitación durante la evacuación, y añadió que 11 de los heridos fueron enviados al hospital mientras que otros 18 con heridas menores recibieron tratamiento en la clínica del aeropuerto.
El piloto había informado a la torre de control del problema que hacía imposible desplegar el tren de aterrizaje. Los técnicos del aeropuerto tomaron enseguida las medidas necesarias para preparar una pista especial para este tipo de casos.
El accidente obligó cancelar todos los vuelos previstos en el aeropuerto durante más de 24 horas, confirmaron fuente aeroportuarias.
El incidente coincide con un hecho dramático verdaderamente espeluznante ocurrido el mismo día en la ciudad saudí de Jeddah, aunque un portavoz de la Autoridad General de Aviación Civil descartó toda relación entre ambos sucesos. Se trata de la caída desde el cielo de partes de un cuerpo humano que, según la policía, podrían pertenecer a una persona que viajara oculta en el tren de aterrizaje de un avión.
"La policía recibió una llamada de un testigo que informó de la caída de un ser humano", dijo un portavoz policial. Después de los primeros estudios, los investigadores creen que "los restos provienen de una persona que cayó del tren de aterrizaje de un avión". Ante la falta de control en los aeropuertos, algunos inmigrantes tratan de esconderse en el tren de aterrizaje de los aviones. La mayoría muere de frío durante el viaje, pero algunos sobreviven.
