Washington.- La Red del Espacio Profundo de la Nasa, el sistema de comunicaciones más grande y potente que existe para comunicar con las naves espaciales, celebró el pasado 24 de diciembre el 50 aniversario de su creación.
En los últimos 50 años, las antenas del Deep Space Network (DSN) han estado en comunicación con cada una de las misiones cuyo destino han sido la Luna y más allá. Las históricas comunicaciones incluyen la famosa frase pronunciada por Neil Armstrong “Este es un pequeño paso para un hombre, y un gran salto para la Humanidad,” numerosos encuentros con planetas exteriores de nuestro Sistema Solar; las fotos tomadas por los rovers que exploran Marte y los datos que confirman que una de las naves Voyager ha entrado finalmente en el espacio interestelar.
La Red del Espacio Profundo ha sido tan importante para tantas misiones en las últimas décadas, que a los miembros de los equipos de la red les gusta utilizar la frase “No abandones la Tierra sin nosotros”. Desde los comienzos del programa espacial de la Nasa, estuvo muy claro que sería necesario contar con una forma sencilla y directa de comunicarse con las misiones en el espacio lejano. Por ejemplo, ¿cuál sería la finalidad de enviar una nave espacial a Marte si no podemos recibir sus datos, imágenes y otra información vital de la nave?
Lo que hoy se denomina Red del Espacio Profundo fueron, en sus comienzos, unas pequeñas antenas conocidas como Instalaciones de Instrumentación del Espacio Profundo que fueron, en sus inicios, operadas por el ejército norteamericano en la década de los cincuenta, siendo posteriormente trasladadas a la jurisdicción de la recién creada Nasa.
El 24 de diciembre de 1963, las Instalaciones de Instrumentación del Espacio Profundo se convirtieron oficialmente en la Red del Espacio Profundo, pasando de hecho, en muy poco tiempo, a ser la red de apoyo para cualquier misión planificada en el Espacio Profundo. Tres complejos de antenas fueron construidos en tres lugares distintos, distribuidos a una distancia de 120º entre sí para salvar la rotación de la Tierra, de forma que las naves pudieran estar siempre a la vista por encima del horizonte de, al menos, uno de los complejos. Mientras que algunas de la instalaciones se han trasladado de ubicación en este tiempo, hoy en día los tres complejos que operan 24 horas al día los 365 días del año, están situados en Canberra, Australia; Madrid, España; y Goldstone, California.
Las Agencias Espaciales de Europa, Japón y Rusia han confiado en la Red del Espacio Profundo a la hora de planificar las comunicaciones con sus propias misiones a lo largo de las décadas. La Red del Espacio Profundo ha apoyado recientemente a la Agencia India en su primera sonda interplanetaria, la Mars Orbiter Mission (MOM).
"Hoy en día, el DSN apoya alrededor de 30 misiones americanas y misiones espaciales robóticas internacionales", comenta Al Bhanji, Project Manager del Laboratorio de Propulsión a Chorro de Nasa, en Pasadena, California, responsable de la gestión de la Red del Espacio Profundo. "Sin el DSN, nunca hubiéramos podido llevar a cabo viajes como los realizados a Mercurio y Venus, visitar asteroides y cometas, nunca hubiéramos visto las asombrosas imágenes de los rovers de Marte o conocer los majestuosos anillos de Saturno".