Madrid.- A siete años de su destitución como decano y un año después de ratificado su cese por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), la sombra del cesado Antonio Martín Carrillo vuelve al Colegio de Ingenieros Aeronáuticos (COIAE) a través de su peón de brega y confianza, el también destituido Pedro Pablo Cubells, según denuncian diversos colegiados.
El pasado jueves por la tarde, en la página web oficial del COIAE se proclamaban las candidaturas para las elecciones de decano, tesorero y cinco vocales de su Junta Directiva, convocadas ilegalmente a juicio de muchos miembros de la institución que invocaron los Estatutos de la corporación colegial y la sentencia del TSJM antes mencionada.
Dos son las candidaturas completas proclamadas: la encabezada como aspirante a decana por Estefanía Matesanz Romero, quien cesó en la Junta Directiva el pasado 5 de julio “por imperativo legal”, según firmó en el escrito de dimisión, y la de Pedro Pablo Cubells, que fue despedido como secretario general del COIAE en abril de 2010 por falta de confianza y porque su contratación fue antirreglamentaria, según se denunció entonces.
Matesanz Romero ya cosechó el mayor número de votos de todos los presentados en las anteriores elecciones a la Junta Directiva de 2012, a las que concurrió como vocal. A Cubells, en cambio, le denegaron su confianza sus compañeros en 2006 cuando presentó su opción a tesorero del COIAE en la candidatura encabezada por su mentor, Martín Carrillo.
A Cubells acompaña en su lista como aspirante a tesorero Javier Abajas, lo que también ha suscitado una sorpresa no pequeña entre algunos de los compañeros colegiados. Ambos ingenieros colaboran como funcionarios interinos en la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) del Ministerio de Fomento.
En la tarde del pasado jueves, apenas actualizada la web oficial del COIAE con la proclamación de las candidaturas, fueron incesantes los mensajes cruzados entre colegiados transmitiendo su sorpresa. “No sabía nada. Me dejas ojiplático. Me doy de baja”, decía uno. “Siempre se vuelve al lugar del crimen”, repetían otros, no sin cierta ironía, a propósito de la aparición en una de las listas de Cubells, el incondicional escudero del decano cesado hace ahora justamente siete años y con toda justicia o “conforme a Derecho”, como han dicho los Tribunales.
Otros hay que ven en la aspiración de la mano derecha de Martín Carrillo, como le consideran sus adversarios, el ansia de revancha, desquite o venganza de éste por los innumerables reveses que la Justicia, a través de distintas instancias, le ha ido administrando, denegando así todo recurso contra su cese “por una cuestión nada baladí, precisamente”, como sentenció en octubre de 2009 la Audiencia Nacional, hasta la resolución definitiva ahora hace un año del Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
Prácticamente nadie entre los colegiados más cercanos a la vida interna del COIAE con quienes contactó este diario duda de que tras esta candidatura esté la decisión del decano cesado hace ahora siete años. Pegado a él, como su sombra, Cubells no sólo tomó irregularmente la sede del COIAE afianzándose en ella por la fuerza y ejerciendo de hecho, que no de derecho, la administración del mismo, sino que con él ha recorrido en los últimos años varios Juzgados y Audiencias de Madrid en calidad de testigo o imputado como cooperador necesario de la página más negra que se ha escrito en los casi 50 años de la vida de ese colegio profesional, según insisten algunos de los colegiados informantes.
Este egresado un día de la Academia General del Aire, Cubells, tras su paso con más pena que gloria por el INTA, según sus compañeros, y de la mano siempre de su protector y guía, recaló en la política, en el pueblo madrileño donde vive, como secretario general del PP, y casi simultáneamente en el COIAE, siempre con los mismos funestos resultados, ya que de ellos fue despedido de forma poco amable, no sin coadyuvar antes decisivamente a la división en la sección local de su partido como en el seno de la institución colegial, según informan distintos compañeros suyos.
En 2006, tras el escrutinio que designó decano a Martín Carrillo y le negó los votos a Cubells, cuando éste aspiraba a tesorero del COIAE, aquél pronosticó para su pupilo “el inicio de un camino que seguramente le llevará al éxito en un futuro próximo”. Y, en efecto, a los pocos días, ya le había hecho un contrato verbal de elevado importe al que seguiría otro como “Adjunto al Decano” para “coordinación de la comunicación tanto interna como externa, desarrollo de la web y provisión de información específica a través de internet”, también irregular, a juicio de la mayoría de la Junta Directiva, hasta convertirle en secretario general del COIAE, en flagrante vulneración del Reglamento colegial, según denunciaron diversos colegiados.
Varios de esos pagos irregulares constituyeron uno de los ocho motivos por los que el 11 de diciembre de 2006 la mayoría de la Junta Directiva decidió cesar al entonces decano, entre otras causas, “por pagar a Cubells un cheque por 4.000 euros sin aportar el contrato previo ni existir acuerdo de Junta Directiva y, además, seguir pagándole 2.000 euros, así como otros 1.079 euros a la empresa Domoticaviva de la que Cubells es directivo y cuyos servicios se desconocen”, según figura en la documentación de la Junta Directiva que fue presentada a la Junta General extraordinaria que ratificó su cese y ante los tribunales que han confirmado la justedad de esa decisión de los máximos órganos colegiales.
Algunos colegiados evocan el título de la película de John Ford, “Dos cabalgan juntos”, o el del filme de Gene Saks, ‘La extraña pareja’, al recordar los pasos de Martín Carrillo y Cubells por el COIAE. Ambos fueron sancionados juntamente con 6.000 euros cada uno por la Agencia Española de Protección de Datos, sanción que fue ratificada por la Audiencia Nacional por falta grave, al divulgar datos personales del secretario de la Junta Directiva y del secretario general del COIAE. También fue multada la empresa de Cubells, Domoticaviva, y el propio Martín Carrillo con 725 euros cada uno por la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información por infracciones administrativas. Y a pesar de su trasiego por Juzgados y Audiencias con el nombre del COIAE en vano, aún les quedan pendientes cuentas con la Justicia por su pasada actuación en la Corporación, según informan fuentes colegiales.