Madrid.- Gerardo Díaz Ferrán negó ayer ante el juez que existiera delito fiscal en la compra de Aerolíneas Argentinas, como le acusa el Ministerio Público y por lo que pide para él y para el ex presidente de Air Comet, Antonio Mata, dos años y cuatro meses de prisión, además de una multa de 99 millones de euros por impago del Impuesto de Sociedades de 2002.
Durante el juicio que se inició ayer en la Audiencia Nacional, el ex presidente de la CEOE, que lleva ya un año en prisión preventiva en la cárcel madrileña de Soto del Real, negó la mayor: “No hubo delito fiscal. Si hubiéramos creído que había que pagar algo, le habríamos pedido a la SEPI (La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) que lo aportara, porque Hacienda y la SEPI son prácticamente lo mismo", dijo.
Hace trece años la SEPI se hizo con el 99,2% de las acciones de Interinvest, sociedad domiciliada en Argentina, propietaria, a su vez, del 92,1% del capital de Aerolíneas Argentinas y del 90% de Austral, compañía filial de aquella para vuelos domésticos. Ambas arrastraban numerosas pérdidas.
El 2 de noviembre de 2001, la SEPI vendió sus acciones en Interinvest a Air Comet por el precio de un dólar. El contrato fue firmado por el entonces presidente de la SEPI, Ignacio Ruz-Jarabo y en nombre de la compañía Air Comet por los tres acusados: Díaz Ferrán, su socio Gonzalo pascual, ya fallecido, y Mata, además de otras dos sociedades también accionistas de la aerolínea española.
La SEPI asumió los pasivos de 300 millones de dólares contraídos por Aerolíneas Argentinas y Austral. La sociedad estatal aportó dicha cantidad en una cuenta de la sociedad Interinvest para el pago de las deudas. Con ese dinero, los tres socios de Air Comet pagaron deudas por valor de 272,87 millones de dólares, créditos que quedaron cedidos a Air Comet con el compromiso de aportarlos posteriormente al capital social de Aerolíneas Argentinas. Esta operación hizo que el dinero aportado por la SEPI a la compañía española se considerara beneficio, por el que los acusados debían de haber declarado una cuota de 99,04 millones de euros de Impuesto de Sociedades.
Según Díaz Ferrán, la SEPI eligió a Air Comet para que se hiciera cargo de Aerolíneas Argentinas y fue la sociedad pública la que diseñó el plan para reflotar la compañía. El dinero aportado por la SEPI fue empleado para pagar a los acreedores de Aerolíneas Argentinas.