París.- Entre 100 y 150 toneladas de basura espacial vuelven a entrar en la atmósfera terrestre cada año, asegura Heiner Klinkrad, responsable de la Oficina de Basura Espacial de la Agencia Espacial europea (ESA), a propósito de la reciente caída de fragmentos del satélite GOCE, cuyas tres cuartas partes se desintegraron en la atmósfera.
Desde que se lanzó al espacio el primer satélite, hace ya 56 años, se estima que 15.000 toneladas de chatarra espacial han regresado a la Tierra sin que se hayan registrado ningún herido por la caída de estas piezas, según confirma la Agencia Espacial Europea (ESA).
Se llama basura o chatarra espacial a cualquier objeto artificial sin utilidad, que orbita la Tierra. Se compone de cosas tan variadas como grandes desechos de cohetes y satélites viejos, a restos de explosiones, o residuos de componentes de cohetes como polvo y pequeñas partículas de pintura.
La ESA recordó en estos días que hasta el momento ningún cuerpo celeste o chatarra espacial ha causado daños directamente a una persona y señala que cualquier persona tiene 250.000 veces más probabilidades de ganar la lotería que de ser alcanzado por los desechos de un satélite.
Según Walter Flury , experto en basura espacial de la ESA, la composición de los objetos artificiales que orbitan la Tierra es aproximadamente la siguiente: naves operativas (7%), naves obsoletas (22%), restos de cohetes (17%), objetos relacionados con las misiones (13%) y otros fragmentos (41%).
Por tamaños, existen en el espacio en torno a 10.500 objetos mayores de 10 centímetros; entre uno y 10 cm, unos 110.000 y menos de un centímetro, hasta 35 millones de objetos. Los objetos cuyo tamaño oscila entre 1 y 10 centímetros son los de verdad "preocupantes", según la ESA, porque son demasiado pequeños y numerosos para rastrearlos de manera individual.
Se ha calculado que un satélite con una superficie transversal de 100 metros cuadrados (incluidos los paneles solares) que orbita a 400 kilómetros de altitud, recibiría un impacto con un objeto de 10 centímetros cada 15.000 años.
En solucionar el problema de los residuos de equipos espaciales se están empeñando la Nasa, la ESA, el CNES francés, la ISRO india y la CNSA china, entre otros organismos que se han reunido para discutir la situación, coincidiendo en que lo primero es detectar la basura, lo que se realiza con la ayuda de radares. Luego habría que efectuar lanzamientos limpios con transbordadores destinados a recoger esos desperdicios, 'una especie de camión de basura cósmico, pero hay que considerar el costo del lanzamiento, que puede superar los 600.000 dólares.