Seattle.- El pasado martes, después de muchas semanas de intensas negociaciones, el constructor aeronáutico norteamericano Boeing llegó a un acuerdo histórico con el Sindicato de Mecánicos y Trabajadores Aeronáuticos (IAMAW) y representantes del Estado de Washington relativo a la producción del avión 777X.
Se trata de un acuerdo tripartito en el que cada parte sale beneficiado en principio. El gobernador del Estado de Washington, Jay Inslee, y el sindicato IAM consiguen que Boeing fabrique las alas en plástico reforzado con fibra de carbón, el fuselaje y el ensamblaje final del 777X en la región de Seattle, en la planta de Everett.
A cambio, Boeing obtendrá una reducción de impuestos y otras ayudas por empleo por parte de los poderes públicos y se asegura la paz social con el poderoso sindicato de mecánicos. En efecto, sus representantes se han comprometido a ratificar por un plazo de ocho años el contrato social entre Boeing y el sindicato IAM hasta septiembre de 2024.
El acuerdo debe ser ahora ratificado por los trabajadores. Si es ratificado, “el acuerdo supondrá la estabilidad laboral de miles de empleados y décadas de actividad económica sostenible para la región", según un representante sindical.