Washington.- Las empresas estadounidenses Boeing y Lockheed Martin se han aliado para la construcción de aviones bombarderos de largo alcance y satisfacer las demandas del Pentágono.
En el empeño de construir el bombardero de largo alcance Strike, la Boeing será el contratista principal y Lockheed será su socio en el concurso, señala un comunicado conjunto de ambas firmas.
En la actualidad las dos compañías trabajan en proyectos para la Fuerza Aérea. La Boeing desarrolla el avión cisterna KC-46A y la Lockheed trabaja en el costoso avión de combate F-35. Ambas se unieron también en el desarrollo del caza F-22 Stealth.
Se espera que Boeing y Lockheed compitan contra Northrop Grumman, que produjo anteriormente el caza B-2 de la Fuerza Aérea.
El contrato del caza de largo alcance, si no es víctima de los recortes del presupuesto, será uno de los mayores programas de adquisición de la Fuerza Aérea en los próximos años.
El proyecto alcanzará miles de millones de dólares, ya que la Fuerza Aérea piensa adquirir al menos 100 cazas a un coste que podría llegar a los 550 millones dólares, según el Servicio de Investigación del Congreso. El contrato alcanzaría los 56.000l millones de dólares durante la vida útil de 50 años de la aeronave.
Lockheed y Boeing también se asociaron en 2008 para desarrollar una oferta conjunta por el bombardero, pero se separaron dos años después. El entonces secretario de Defensa, Robert Gates, suspendió el programa en el 2009 y pidió a la Fuerza Aérea que hallara una propuesta más asequible.