Washington.- Los investigadores chinos a quienes se les prohibió asistir a la Conferencia de la Ciencia organizada por la Nasa han recibido una carta de aclaración del comité organizador del evento informándoles una nueva decisión.
"Hace algunas semanas, ustedes recibieron un correo electrónico indicando que no teníamos la posibilidad de aceptar su solicitud para asistir a la Segunda Conferencia de Ciencia Kepler en el Centro de Investigación Ames de la Nasa", señala la carta, a cuyo contenido tuvo acceso la agencia de noticias china Xinhua.
"Hemos podido aclarar el sentido de la legislación de referencia y estamos complacidos de informarles que la decisión ha sido rectificada y sus documentos están siendo revisados para su autorización", indica la carta. "Esperamos que puedan unírsenos y celebrar la ciencia activada por Kepler", añadió.
La prohibición, basada en una controvertida ley aprobada en 2011 que prohíbe que fondos del gobierno sean utilizados para albergar a ciudadanos chinos en instalaciones de la Nasa, provocó un boicot hacia la reunión de parte de varios prominentes científicos estadounidenses, entre ellos la profesor Debra Fischer de la Universidad de Yale y el profesor Geoff Marcy de la Universidad californiana de Berkeley.
La semana pasada, el administrador de la Nasa, Charles Bolden, responsabilizó a "administradores de nivel medio" por la llamada mala interpretación y prometió reconsiderar las solicitudes de seis investigadores chinos.
En otra carta que recibieron los investigadores chinos, los organizadores señalaron que con la reapertura del gobierno federal de Estados Unidos y la suspensión de los despidos temporales, la conferencia se realizará como estaba planeado del 4 al 8 de noviembre en el Centro de Investigación Ames de la Nasa.
"Anticipamos que los solicitantes extranjeros serán registrados antes de que inicie la conferencia", dijo. "Todos los registrados recibirán una notificación tan pronto como se otorgue la autorización".
Gregory Kulacki, importante analista del Programa de Seguridad Global de la Unión de Científicos con sede en Estados Unidos, considera que los recientes problemas surgidos por la prohibición deben servir como una llamada a la conciencia de "algunos congresistas norteamericanos, en particular a Frank Wolf", quienes elaboraron la ley.
Kulacki mencionó que el lenguaje de la ley es "tan amplio y las sanciones legales y financieras asociadas con potenciales violaciones tan amenazadoras, que incluso las organizaciones estadounidenses no directamente administradas por la Nasa temen contactar con colegas en China".