Edimburgo.- “CryoSat aporta pruebas claras de que la banquisa ártica sigue disminuyendo”, aseguró el pasado miércoles Andrew Shepherd, de la Universidad de Leeds, Reino Unido, en el Simposio Living Planet que se está celebrando esta semana en Edimburgo.
“A partir de los datos recogidos por los satélites podemos ver que algunas partes de la banquisa han adelgazado más rápido que otras, pero el volumen de hielo estival e invernal ha disminuido de forma generalizada a lo largo de los últimos tres añ;os”, añ;adió.
La misión CryoSat de la Agencia Espacial Europea (ESA), diseñ;ada para comprender mejor las regiones polares de nuestro planeta, lleva tres añ;os consecutivos midiendo el espesor de la banquisa ártica. Sus resultados indican que el hielo marino sigue adelgazando.
Los satélites han constatado la tendencia a la baja de la extensión de la banquisa a lo largo de las dos últimas décadas, pero es fundamental conocer la masa o el volumen de hielo que se está perdiendo en realidad, ya que es una medida mucho más precisa de los cambios que se están produciendo en nuestro planeta.
Además de medir la extensión del hielo, CryoSat también es capaz de medir el espesor de la banquisa. Sus observaciones, que ya cubren el periodo de octubre de 2010 a abril de 2013, permiten a los científicos calcular la pérdida total de hielo, monitorizar las fluctuaciones estacionales y analizar sus tendencias.
“El volumen de la banquisa a finales del invierno pasado estaba por debajo de los 15.000 kilómetros cúbicos, menos que cualquier otro añ;o al comienzo del verano. Esto indica que el hielo creció menos de lo normal durante el invierno”.
Aunque de momento no se espera que la extensión de la banquisa registre un nuevo mínimo histórico este mes de septiembre, el espesor del hielo a principios del verano sugiere que el volumen total de hielo sí que podría alcanzar un mínimo sin precedentes.
Rachel Tilling, una estudiante de doctorado del University College de Londres que está trabajando con los datos de CryoSat, explicó que “las observaciones de CryoSat en el próximo mes de octubre, cuando el hielo empiece a congelarse de nuevo, podrían confirmar esta hipótesis”.
La comunidad científica seguirá recibiendo los datos de CryoSat durante los próximos añ;os. “CryoSat lleva en órbita desde el añ;o 2010 y todavía se encuentra en perfecto estado. De momento está previsto que continúe tomando medidas de precisión hasta el añ;o 2017”, explicó Tommaso Parrinello, responsable de la misión para la ESA.