Toulouse.- La semana pasada se estableció un enlace de comunicaciones entre el modelo de ingeniería del satélite Gaia de la ESA, situado en Toulouse, y el sistema de control de la misión en el ESOC, Alemania. Este ensayo permitió a los controladores enviar comandos al satélite y recibir datos tal y cómo lo harán cuando Gaia se encuentre en órbita.
Este Ensayo de Validación del Sistema (SVT) se realizó los días 5 y 6 de este mes y fue el último de una serie de nueve pruebas de conexión realizadas a lo largo de los últimos cuatro añ;os, a medida que avanzaba la construcción y la integración del satélite.
Algunos de estos ensayos se realizaron con el modelo de vuelo, mientras que otros -como el de la semana pasada- utilizaron modelos de ingeniería de los distintos subsistemas del satélite. Hasta ahora todas las conexiones se realizaron entre el ESOC, el Centro Europeo de Operaciones Espaciales en Alemania, y las instalaciones en las que se construyó el satélite: Astrium Toulouse, en Francia, y Stevenage, en el Reino Unido.
El primer SVT sirvió para probar los protocolos básicos de comando, como los utilizados para encender o apagar los distintos módulos del satélite. A partir de ahí los ensayos fueron aumentando en duración y en complejidad, a medida que avanzaba la integración del satélite en Toulouse.
“Estos ensayos son exhaustivos: comenzaron con pruebas básicas de los distintos subsistemas y han ido avanzando hasta probar los modos de vuelo más complejos y la puesta en servicio de la carga útil”, explica David Milligan, responsable de las Operaciones del Satélite Gaia.
“No sólo sirven para garantizar que el software de a bordo y el de las estaciones de tierra pueden trabajar juntos, también es importante ensayar los protocolos a seguir si algo no sale como se esperaba. Gaia cuenta con un sistema de protección autónomo, pero los ingenieros de tierra tienen que intervenir en algunas situaciones. Durante la campañ;a SVT hemos validado todos los protocolos de recuperación del satélite”.
El ensayo de la semana pasada tenía como objetivo probar los protocolos para activar el telescopio y los instrumentos científicos del satélite.
Los nueve SVT acumulan un total de 500 horas de ensayos a lo largo de 39 días, durante las que se ejecutaron más de 1.000 procedimientos y se transmitieron unos 500.000 comandos.