Kourou.– La misión de la ESA para censar mil millones de estrellas, Gaia, que partió el pasado 22 de agosto de Toulouse hacia el Puerto Espacial Europeo en Kourou, ya está en la Guayana Francesa para su lanzamiento a finales de este añ;o a bordo de un Soyuz. Llevará a cabo una misión de cinco añ;os para cartografiar nuestra galaxia con un nivel de detalle sin precedentes.
Diseñ;ado y construido por Astrium para la Agencia Espacial Europea (ESA), su misión es posibilitar nuestra comprensión de los orígenes y evolución del Universo. De la misión Gaia también se espera que descubra cientos de miles de objetos celestes desconocidos, inclusive planetas extrasolares y estrellas “fallidas”, conocidas como enanas marrones. Dentro de nuestro Sistema Solar, Gaia podrá identificar decenas de miles de asteroides adicionales.
Gaia llevará consigo instrumentos ultramodernos, entre los que se encuentra el telescopio más sensible fabricado hasta ahora. Como el telescopio espacial que porta Herschel y todos los instrumentos fabricados por Astrium para misiones de observación de la Tierra, este equipo de vanguardia es el fruto del singular saber hacer desarrollado por la compañ;ía en el campo de los telescopios de carburo de silicio (SiC). Astrium y su socio Boostec, una innovadora pyme, han creado todo un sector económico a través de sus logros industriales en el ámbito del espacio: una notable historia de éxito. El carburo de silicio producido en la región francesa de Midi-Pyrénées se exporta a todo el mundo.
Gaia también hará uso de un sensor “fotográfico” de precisión sin precedentes. La precisión de las mediciones de Gaia será extremadamente elevada: desde la Luna podría medir la uñ;a del pulgar de una persona en la Tierra. Su enorme plano focal lo componen 106 sensores CCD que suman mil millones de píxeles. Para el control de actitud, el ingenio espacial empleará también propulsión de gas frío (nitrógeno), lo que le permitirá ajustar constantemente su orientación con la precisión extrema que necesita.
Gaia estará situado en uno de los cinco puntos de Lagrange del sistema Sol-Tierra, en el L2. Los de Lagrange son puntos muy precisos en el cosmos en los que un cuerpo -como un satélite, por ejemplo- se mantiene fijo y perfectamente estable en el espacio. Situadas a un millón y medio de kilómetros de la Tierra, estas posiciones son de vital importancia para misiones de observación astronómica que requieren una gran estabilidad de orientación.