San Francisco.- Al menos dos personas resultaron muertas y decenas heridas al estrellarse e incendiarse el pasado sábado en el aeropuerto de San Francisco, en California, un avión B777 de la aerolínea surcoreana Asiana Airlines que procedía de Seúl con 317 personas a bordo.
Unos 190 pasajeros lograron salir del avión por su propio pie o con ayuda de los equipos de rescate. Según la jefa de los bomberos de San Francisco, Joanne Hayes-White, unas 80 personas fueron trasladadas a hospitales de la ciudad, cinco de las cuales se hallarían en estado crítico.
Asiana es la segunda mayor aerolínea surcoreana después de Korean Air y opera varios destinos en la costa oeste de Estados Unidos. La aerolínea indicó que entre los pasajeros viajaban 61 estadounidenses, 77 surcoreanos, 141 chinos y un japonés.
Según Laura Brown, portavoz de la Administración Federal de Aviación de EEUU (FAA), todo indica que el avión se estrelló contra la pista 28 al tomar tierra. Todos los vuelos en el aeropuerto fueron inicialmente cancelados, aunque posteriormente se reabrieron dos pistas del mismo.
Un testigo presencial aseguró ver cómo una de las ruedas del avión se desprendía durante el aterrizaje. Otro señ;aló que el avión parecía estar "fuera de control" mientras descendía. "Oímos una explosión y vimos al avión desaparecer tras una nube de humo y polvo. Después hubo una segunda explosión", relató. Otros más coincidieron en señ;alar que vieron cómo la cola del avión fue lo primero que impactó contra la pista de aterrizaje. Finalmente, un mecánico de la compañ;ía United Airlines que presenció lo ocurrido, dijo que después de aterrizar, el avión se inclinó hacia un lado y empezó a salir humo del aparato.
En principio no existen indicios de que el accidente haya sido provocado por un acto terrorista, según informó la Administración norteamericana.