Baikonur.- El cohete lanzador Protón-M que debía colocar en órbita tres satélites del sistema ruso de navegación y posicionamiento GLONASS estalló poco después de su lanzamiento en la base espacial de Baikonur, en Kazajstán. (Ver vídeo).
Según los primeros datos recogidos por la agencia rusa RIA Novosti, el accidente se produjo por desconexión de emergencia de los propulsores del cohete portador, comunicó la agencia espacial rusa Roscosmos. Por su parte, el ministro de Situaciones de Emergencia de Kazajstán, atribuyó la caída del Protón-M a los problemas del propulsor de la primera etapa.
Los restos del impulsor cayeron a unos 2,5 kilómetros de la plataforma de lanzamiento sin causar víctimas ni destrucciones, comunicó Roscosmos.
La jefa del laboratorio de seguridad medioambiental de la Universidad Lomonósov de Moscú, Tatiana Koroleva, descartó que el accidente condujera a una catástrofe ecológica y contaminación por heptil, una sustancia altamente tóxica utilizada como combustible en los Protón. “En una explosión tan potente, el heptil se habría quemado totalmente en la atmósfera”, declaró.
Mientras tanto, una fuente del sector espacial ruso afirmó que el accidente, además de dañ;ar la imagen y socavar la capacidad competitiva de la flota GLONASS, obligará a suspender los lanzamientos desde Baikonur por hasta tres meses, lo que también puede afectar el horario del envío al espacio del carguero ruso Progress M-20M previsto inicialmente para el próximo día 27.
El pasado añ;o un grupo de expertos evaluó en casi 1.000 millones de dólares los dañ;os por los lanzamientos fallidos de Roscosmos en 2010-2012, en particular, el accidente de otro Protón que no pudo colocar en órbita tres satélites GLONASS en 2010, la pérdida del satélite de telecomunicaciones Express-AM4, del carguero Progress M-12M, así como de la sonda interplanetaria rusa Fobos-Grunt en 2011, y el accidente del 7 de agosto de 2012 cuando fracasó el lanzamiento de otro Protón-M con dos satélites de comunicaciones a bordo.
En lo que respecta al lanzamiento fallido de ayer, un experto del sector espacial estimó las pérdidas económicas en unos 200 millones de dólares.