Bruselas.– El Parlamento Europeo aprobó la reforma de las normas que regulan el funcionamiento del espacio europeo sin fronteras internas. Las nuevas reglas permitirán el envío por sorpresa de equipos de inspección para comprobar que no se imponen controles ilegales en las fronteras internas del área Schengen.
Según un reciente Eurobarómetro, el 62% de los europeos piensa que la libertad de circulación es el principal logro tras 50 añ;os de integración europea.
El nuevo mecanismo de evaluación del área Schengen está plasmado en el informe del eurodiputado portugués Carlos Coelho (PPE), que fue aprobado por 526 votos a favor, 101 en contra y 55 abstenciones. Este mecanismo dejará de ser intergubernamental y se regirá por la normativa comunitaria. Además, la Comisión Europea tendrá un papel coordinador.
El texto legislativo también asigna un papel supervisor al Parlamento Europeo, al que la Comisión informará con regularidad. Igualmente, el ejecutivo comunitario deberá contestar a las preguntas de los eurodiputados. Hasta este momento, el PE no tenía acceso a ninguna información sobre la aplicación de las normas de Schengen por parte de los Estados miembros. Según el texto acordado, cualquier propuesta de reforma del sistema de evaluación que se plantee en el futuro deberá decidirse previa consulta al PE.
Equipos de inspectores de los Estados miembros, la Comisión y otras agencias comunitarias podrán realizar visitas sin previo aviso para comprobar que no se realizan controles ilegales en las fronteras internas. En el caso de las fronteras exteriores, los inspectores notificarán la inspección al Estado miembro evaluado al menos 24 horas antes de su llegada.
El actual Código de Fronteras Schengen permite la reintroducción temporal de los controles en las fronteras internas en circunstancias excepcionales que puedan constituir una amenaza seria para el interés público o la seguridad interna del Estado miembro (por ejemplo, grandes eventos deportivos o atentados terroristas).
El nuevo texto permite la reintroducción de estos controles temporalmente como medida de "último recurso, para un ámbito y un periodo de tiempo estrictamente limitados, basada en criterios objetivos específicos" y bajo el control de la UE.
En caso de que exista una amenaza grave para el interés público o la seguridad interna, los controles podrán imponerse por un plazo de 30 días y ser prolongados hasta 6 meses. Si se trata de acontecimientos imprevistos que requieren una acción inmediata, los Estados miembros podrán reintroducir los controles de fronteras de forma unilateral por un período máximo de 10 días. Cualquier extensión de este plazo será supervisada a nivel europeo. Las normas sobre controles fronterizos están recogidas en un informe redactado por la rumana Renate Weber adoptado por 506 votos frente a 121 y 55 abstenciones.