Madrid.- Las empresas de ingeniería facturaron el pasado año 8.750 millones de euros, lo que supone un descenso del 6,9% con respecto al año anterior, según el estudio sectorial sobre “Empresas de Ingeniería” hecho público la pasada semana por la firma DBK .
La actividad en el mercado nacional siguió viéndose penalizada por el desfavorable comportamiento de la actividad económica, con la disminución del gasto de las Administraciones Públicas en infraestructuras y de la contratación de proyectos privados. De esta forma, el volumen de negocio generado en España retrocedió un 21% en 2012, hasta los 4.100 millones de euros.
Por su parte, la facturación procedente de los proyectos de ingeniería desarrollados en el extranjero experimentó un incremento del 10,7%, hasta los 4.650 millones de euros, superando por vez primera a la facturación en el mercado nacional.
Por áreas de actividad, los proyectos de ingeniería civil han registrado el comportamiento más negativo en los últimos años, contabilizando la facturación total una caída del 16,9% en 2012, hasta situarse en 1.870 millones de euros. También es destacable la caída en el negocio generado por los proyectos en el área industrial, con un descenso del 10,4%.
El desfavorable comportamiento de la actividad económica y las restricciones presupuestarias por parte de las Administraciones Públicas seguirán determinando a corto plazo un bajo ritmo de contratación de proyectos de ingeniería en el mercado nacional, lo que se traducirá en una nueva caída de la facturación en 2013.
Las oportunidades de negocio que ofrecen algunos mercados exteriores permitirán que los ingresos en el extranjero aumenten en torno a un 9% en el ejercicio 2013, compensando en parte el descenso del mercado nacional.
El número de empresas inscritas en el Directorio Central de Empresas bajo el epígrafe 711, que incluye servicios técnicos de arquitectura e ingeniería, ha mantenido en los últimos años una tendencia descendente, situándose en 103.088 en enero de 2012, un 7,3% menos que en enero de 2011. De las empresas operativas en el mercado español, sólo 622 contaban con una plantilla igual o superior a los veinte empleados, lo que representa menos del 1% del total.
Así, la estructura empresarial se caracteriza por la existencia de un alto número de empresas de pequeña dimensión, las cuales coexisten con un reducido grupo de compañías medianas y grandes que concentran gran parte del mercado.
El grupo de los cinco primeros competidores reunió en 2012 una cuota conjunta de facturación total del 57,6%, la cual ascendió al 68% al considerar a los diez primeros. Estos porcentajes fueron mayores que los contabilizados en ejercicios anteriores.