Madrid.- La Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), coincidiendo con el paso a manos de proveedores privados los servicios de la torre de control del aeropuerto de La Coruña en la madrugada del pasado miércoles, ha denunciado el plan de privatización de las torres de control de los aeropuertos, que “pone en riesgo la seguridad aérea”.
“En septiembre de 2011, el anterior ministro de Fomento, José Blanco, firmó un contrato por cinco años y uno renovable con las empresas Ferronats y Saerco por un importe de 18,1 millones de euros para que se hicieran con el control de trece torres de Aena en toda España”, dice el principal sindicato de controladores.
La USCA cree que ese acuerdo fue el “inicio del desmantelamiento del gestor aeroportuario y la manera de poner la empresa estatal en manos privadas”.
“Las torres de La Coruña, Vigo, Jerez, Cuatro Vientos y La Palma ya están en manos de proveedores privados de servicios de navegación aérea. Otras torres están en fase de instrucción de los nuevos controladores, cuyo traspaso se llevará a cabo en los próximos meses. La falta de formación de los nuevos controladores de las torres privatizadas preocupan al colectivo al considerar que supone un riesgo de seguridad”
“El espacio aéreo del estrecho de Gibraltar, incluido Melilla, estará supervisado por el británico Trevor Hammond, coordinador de Ferronats”.
USCA considera que la formación privada del nuevo personal -militar o recién titulado- no es la adecuada, ya que proceden de universidades o centros donde les permiten repetir los exámenes hasta que obtienen el certificado, “poniendo en riesgo la seguridad aérea”.
En el caso de Lanzarote, La Palma y Fuerteventura, USCA considera que “los controladores no están habilitados o no tienen la suficiente capacidad para afrontar situaciones de extremo riesgo como temporales, viento del sur, siroco y la alta carga de trabajo, entre otros”.
En los últimos meses han coexistido los nuevos controladores con los veteranos de Aena, que les han ido asesorando y formando aunque una gran mayoría de ellos “aún no han logrado su habilitación, ni están en condiciones de controlar una torre sin asesoramiento”, según los instructores.
Los actuales controladores no han recibido oferta de subrogación por parte de las empresas privadas, por lo que si deciden quedarse en la empresa estatal, tendrán que hacerlo en un nuevo destino, según USCA.