Madrid.- Las compañías del grupo Iberia cancelarán un total de 1.222 vuelos esta semana durante las primeras cinco jornadas de paros que han convocado los sindicatos en protesta por el plan de ajuste, que incluye un ERE que afecta a 3.807 trabajadores.
Los 20.000 trabajadores de la aerolínea están convocados desde hoy y hasta el viernes a la mayor huelga en la historia de la compañía, con cinco jornadas de paro seguidas.
Iberia anunció el pasado sábado que había recolocado en vuelos alternativos a la mayoría de los pasajeros afectados por la huelga convocada desde hoy hasta el próximo viernes. En concreto, la compañía había reubicado a unos 60.000 pasajeros de los aproximadamente 70.000 que estaban reservados en vuelos cancelados por la huelga, es decir, el 85% del total. Los restantes 10.000 pasajeros recibirán el reembolso de sus billetes.
Desde el anuncio de la huelga, Iberia ha puesto en marcha un plan de contingencia para mitigar el efecto de la huelga en sus clientes. Gracias a este plan, la compañía ha podido informar sobre los vuelos cancelados, las alternativas de vuelo ofrecidas y la opción de reembolso, tanto a los clientes que han comprado sus billetes en Iberia como a las miles de agencias de viajes con las que trabaja en todo el mundo.
La ministra de Fomento, Ana Pastor, convocó el pasado vienes a los sindicatos y a la dirección de Iberia a una reunión en la sede del Ministerio de Fomento en un intento de desconvocar la huelga. Acompañaron a la ministra el secretario de Estado de Infraestructuras, Rafael Catalá, y la secretaria general de Transportes, Carmen Librero.
Además de los sindicatos convocantes de la huelga (UGT, CCOO, USO, CTA Vuelo, SITCPLA y ASETMA) y SEPLA, participaron en la reunión del Ministerio todas las secciones sindicales de TCP, CESHA, CGT y CTA tierra. Por parte de Iberia, asistieron el director de Recursos Humanos, José Luis Romero, y la directora de Relaciones Laborales, Margarita Sequeiro.
La ministra y el secretario de Estado exhortaron a las partes a negociar hasta el último minuto antes de la huelga y recordaron que como representantes del Gobierno no pueden intervenir en la gestión de una empresa privada, aunque aseguraron que, si se altera gravemente el transporte aéreo, pondrían en marcha a los abogados del Estado para aplicar la solución que proceda conforme a derecho, asumiendo sus atribuciones de reguladores del transporte, según informaron algunos de los sindicalistas presentes.