Chicago.- Boeing ha solicitado a la Administración Federal de Aviación estadounidense (FAA) permiso para realizar vuelos de prueba del 787 Dreamliner. Según el fabricante, esos vuelos de prueba son necesarios para encontrar solución a los problemas del sistema de baterías registrados el pasado mes de enero.
Los reguladores ordenaron suspender toda la flota de Dreamliner del mundo hace tres semanas, tras registrase los problemas técnicos que provocaron fallos en las baterías de varios aviones de ese modelo.
Desde entonces, los vuelos del moderno avión de avanzada tecnología permanecen suspendidos por la Agencia Europea de Seguridad Aérea (AESA), además de los reguladores aéreos de EE.UU., Japón, Chile e India, debido a los incidentes registrados con este modelo que abarcan no sólo problemas de baterías de alimentación, sino también otros elementos del modelo, como los depósitos de combustible o los cristales de la cabina de pilotos. Los 50 aviones de este modelo se mantienen inmovilizados desde hace tres semanas.
Los vuelos de prueba propuestos examinarán si los problemas que afectan a las baterías ya han sido rectificados. Pero hay informes que indican que una reanudación de los vuelos comerciales de los Dreamliner todavía podrían tardar varias semanas o hasta meses.
El pasado lunes, el diario neoyorquino The Wall Street Journal declaró que los responsables económicos y gubernamentales de ambos lados del Pacífico próximos a la investigación habían anunciado en los últimos días un estancamiento. Contrariamente a esa información, parece que la investigación sobre las baterías avanza con rapidez, según ha comunicado el Consejo Nacional de Seguridad de los Transportes (NTSB).
Conforme a dicho organismo norteamericano, la investigación encargada por la compañía Japan Airlines (JAL) avanza cada día con objeto de hallar la causa del incendio de la batería de un B787. “Centenares de ingenieros y técnicos están trabajando 24 horas al día con el único objetivo de encontrar el origen de este problema lo más pronto posible y permitir que los 50 aviones B787 puedan despegar de nuevo”, según un portavoz de Boeing